viernes, 31 de mayo de 2013

Encuentran el gen que ayuda a las abejas a encontrar las flores y volver a casa

Las abejas no nacen sabiendo como encontrar flores o incluso como moverse fuera de la colmena. Antes de que puedan forrajear, deben aprender cómo navegar en un entorno cambiante y orientarse ellas mismas en relación al Sol. En un nuevo estudio, un grupo de investigadores ha comunicado que un gen regulatorio conocido por estar involucrado en el aprendizaje y detección de novedades en vertebrados también actúa en los cerebros de las abejas cuando están aprendiendo a encontrar fruta y traerla a casa.

La actividad de este gen, llamado Egr, se incrementa rápidamente en una región del cerebro conocida como los corpora pedunculata cuando las abejas intentar buscar el camino en un ambiente no familiar, según observaron los investigadores. Este gen es el equivalente en insectos a un factor de transcripción encontrado en mamíferos. Los factores de transcripción regulan la actividad de otros genes.

Los investigadores descubrieron que el incremento de actividad del Egr no era como resultado del ejercicio, la demanda física de aprender a volar o la tarea de memorización visual de señales; se incrementaba solo en respuesta a la exposición de las abejas a un entorno no familiar. Incluso los forrajeros de temporada tenían un repunte de actividad Egr cuanto tenían que aprender a navegar en un nuevo entorno.

Este descubrimiento supone un importante avance en el descubrimiento de cómo las abejas son capaces de navegar tan bien, con un cerebro tan pequeño y descubrir que es cosa del Egr, con toda la información que poseemos de él en vertebrados, proporciona otra demostración de que algunos mecanismos moleculares subyacentes en la plasticidad del comportamiento están profundamente conservados en la evolución.

Via University of Illinois

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