Revolución en la enseñanza de las matemáticas

Desde hace un año, los pasillos del departamento de Estadística y Matemáticas se han alineado con la idea de pizarras alrededor de las cuales estudiantes y profesores se reunían. Grupos de estudiantes haciendo sumas y sentados en mesas con cubiertas de plástico en las que se puede escribir ¿Qué es todo esto?

Este método se llama Aprendizaje Extremo o XA. Está basado en la idea de que la mejor manera de aprender matemáticas es hacer realmente los cálculos. Tradicionalmente, la enseñanza de las matemáticas en la universidad descansa sobre las clases magistrales. Sin embargo, a menudo ocurre que los estudiantes, aunque puedan aprobar los exámenes, carecen de las habilidades y el conocimiento necesario para el siguiente curso. Esta era la razón para introducir el XA, el cual se basa en hacer sumas y problemas en vez de escuchar a las clases magistrales.

El trabajo práctico se lleva a cabo en la "sala de cálculo" del departamento, donde los asistentes y profesores ayudan a los estudiantes si se quedan atascados. Gracias a la manera en que se construyen los ejercicios, los estudiantes también aprenden la teoría subyacente en ellos. Además, el grado de dificultad se incrementa poco a poco. De pronto, los estudiantes se dan cuenta de que son capaces de resolver problemas complejos. Ese es el tipo de experiencia positiva que permite el aprendizaje efectivo. Lo más difícil realmente es no ayudar demasiado a los estudiantes. Los profesores siempre quieren explicar todo a sus alumnos, pero es necesario que averigüen cosas por si mismos.

El método fue introducido en otoño de 2011 en dos de los cursos básicos de matemáticas más grandes, involucrando a cientos de estudiantes. La respuesta de los estudiantes ha sido, en general, positiva. La inspiración derivó del Departamento de Informática, donde ya se había empleado la XA desde hace años.

El asesoramiento individual y el aprendizaje práctico son claramente una tendencia en la universidad. Lo que hace únicos a estos cursos es su alcance y ámbito: ofrecen enseñanza individual a cientos de estudiantes. Es un desafío hacer que el sistema funcione de forma sostenible con los recursos disponibles. Las salas de cálculo están abiertas la mayor parte de la semana, lo cual incrementa los costes de aprendizaje, pero tal vez merece la pena frente al coste de una clase magistral para 400 estudiante que no se enteran de nada.

Via Universidad de Helsinki